La ciencia cambia nuestra perspectiva al enfrentarnos a un problema que intentamos solucionar, incluso a cómo vemos el mundo. Cuando sabemos cómo funcionan las cosas, nuestro acercamiento a resolver problemas, generar contenido, trabajar en cualquier profesión, es mucho más efectiva porque “entendemos cómo se construyó ese edificio, cuáles son sus bases, de cual color estaba pintada esa pared antes”. Durante la historia de la humanidad, la creatividad nos ha llevado a progresar como civilización, como grupo organizado, y el desarrollo de la tecnología ha derivado en un impulso mayor al progreso de la humanidad como conjunto. La revolución industrial comenzó cuando pudimos comenzar a usar la máquina de vapor y la energía que ésta producía. Cuando se desarrolló la locomotora se acortaron las distancias entre las ciudades y se impulsó el comercio y el intercambio de conocimiento. Se multiplicó la producción y se redujo el tiempo que tomaba producir esos mismos productos y servicios.
Siempre hemos estado en presencia de nuevas tecnologías que nos impulsan, que nos llevan más allá, e incluso a veces pasa que nos asustan (por ejemplo, con el mito de “nos vamos a quedar sin trabajo”), y en realidad lo que estamos viviendo constantemente es una transformación de lo que hacemos y de cómo lo hacemos.
La IA está formando a una nueva generación de personas que está aprendiendo a pensar de forma crítica en lugar de simplemente memorizar, y es que no se trata simplemente de darle una orden a un LLM (Large Language Model), sino que se trata de saber qué le vamos a pedir, cómo le vamos a pedir. Los resultados para un niño de 4 años son muy distintos que para una persona que conoce a profundidad un tema o un producto. Veamos el caso de la fotografía, con la misma cámara podemos tomar unas fotos increíbles…o no. Podemos tener una herramienta como AutoCAD, o Logic Pro para el audio, o cualquier editor de video, y si estamos preparados los resultados serán distintos a los que podemos obtener si sencillamente apretamos botones a ver que pasa.
Por supuesto que podemos ver cosas realmente impresionantes creadas con herramientas como Dall-E, Midjourney, ChatGPT, AutoGPT y más, pero las mejores son las que son creadas por personas que se han tomado el tiempo en aprender cuál será el prompt que van a pedir a la IA. La buena noticia, esto lo podemos aprender de forma académica o por la práctica, y estas herramientas crecen a una velocidad tan impresionante, que ni los mismos creadores de cada una de ellas pueden llevarle el paso a los avances de la comunidad de IA, tanto que a veces necesitan grandes equipos de personas para llevar el ritmo del avance de sus propias creaciones.
Esto, como dije, conlleva a cambios dramáticos en nuestra sociedad, a que nos preparemos a ajustar nuestra participación en ell, a saber qué vamos a aportar y a trabajar para ser buenos contribuidores en eso. No ver la IA como ese “robot que nos va a quitar el trabajo”, sino más bien como una tecnología que nos va a quitar trabajo de encima de nuestros hombros. Ese copiloto que nos ayuda a llegar más lejos, ese editor que nos acompaña a escribir un libro, y que nunca debe ser sustituto de la creatividad. Chad Stahelski, Director de la saga John Wick de Keanu Reeves, al ser entrevistado para Wired acerca de los supuestos peligros de la IA, de ChatGPT y demás, dijo esta frase que me parece reveladora “una computadora no puede arreglar las malas ideas”.
… for the first time in history, the living standards of the masses of ordinary people have begun to undergo sustained growth (…) Nothing remotely like this economic behaviour is mentioned by the classical economists, even as a theoretical possibility …
Esta otra cita, de Robert E. Lucas en Lectures on Economic Growth de Harvard University Press, no se refiere a la IA ni a la revolución que día a día supone en nuestra sociedad actual: en realidad habla de la Primera Revolución Industrial. Como mencioné antes, desde siempre hemos tenido frente a nosotros nuevas tecnologías que aparecieron para cambiar drásticamente cómo hacemos las cosas y cómo se modela nuestra sociedad, no solo la que viene dentro de 10 años, sino la del mes que viene.
Por eso y si está en nuestras posibilidades, debemos aprender y enseñar a otros a aprovechar la IA para facilitar sus trabajos y su creatividad: comparte herramientas, explica cómo la usas, mira cómo hacen otros para crear las piezas que más te llamen la atención, comparte esos prompts con los demás, que si somos parte de la civilización debemos ser motores de la educación.
De nuevo, en la medida en la que sea posible, pero no hacerlo es equiparable a que puedas enseñar a leer a alguien y no lo hagas.
Todas las marcas mencionadas en este artículo son propiedad de sus respectivos dueños, la imagen de la portada es creada con Midjourney por Robot.
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